Desde niña me ha fascinado pintar y escribir. Siempre me ha gustado inventar historias, sumergiéndome entre las letras, volcando todos los sentimientos y emociones que llenan mi alma.
Cuando dibujo o pinto es como si intentara narrar algo. Cada cuadro es para mí una pequeña historia, la forma de retener en una escena todo un sin fín de acontecimientos, narrados a través de mezclas de colores.
Muchas de las historias que acompañan a mis pinturas son inventadas, los sentimientos que reflejo en ellos son totalmente autenticos. Todas son fruto de un impulso que un día, en un instante mágico, sintió mi alma.
Compartir tanto unas como otros es un placer que me llena de gozo.

miércoles, 11 de junio de 2008

ATRAPADA EN SU MIRADA



Dicen que los ojos son el espejo del alma. Yo creo además que son la puerta del infinito, el hueco por donde la energía de una persona se manifiesta. Podemos mentirle al que tenemos enfrente, podemos negarle... pero si nos mira a los ojos verá esa parte de nosotros que escondemos y que incluso a veces ni una misma sabe que existe. Si estamos contentos nuestrros ojos cantan, nos echan chirivitas, si por el contrario la pena nos invade, nuestro oceano interno se derrama y la lagrimas se esparcirán fuera. Solo tenemos que mirar a los ojos a cualquier ser humano para sentir la chispa divina que todos llevamos dentro, esa luz interior que a veces es tan fuerte que se desborda y atrapa a los demás. Eso fué lo que me pasó hace años en un pueblo de la costa, paseando por la playa, cuando me tropecé con una joven que iba vendiendo pañuelos. Se acercó a mi para ofrecerme su mercancia y al mirarla a los ojos, sencillamente quedé atrapada en ellos. En unos segundos me hablaron de una vida intensa, de un caminar duro, de una postura serena...
Le pedí permiso para tomarle una foto y días más tarde la inmortalicé con mis lapices de cera. Es uno de mis cuadros más queridos y cada vez que lo contemplo veo su figura firme caminando por la arena caliente con su mirada clavada al otro lado del mar...